Aclaración a Google – ¿Qué sigue Isa Rojas?

Fecha de publicación: 19-mar-2014 2:10:18

En el nombre de Alá, el Misericordioso, el Compasivo

Assalam alaikum wa rahmatulahi wa barakatu

21 de Octubre 2012

Alabado sea Alá –Majestuoso y Poderoso- y que la paz y la misericordia de Alá sean con Su Mensajero Muhammad, familia, compañeros y seguidores en rectitud hasta el Día Final.

Abu Bakr (que Alá esté complacido de él) decía lo siguiente: “Oh Alá, hazme mejor de lo que piensan, no me juzgues por lo que dicen, y perdóname lo que no saben de mí”

Esta nota, más que una aclaración a Google, es una aclaración a todos los hermanos que buscan sobre la metodología o manhay que sigo, pues las búsquedas relacionadas que Google presenta, es debido a la búsqueda que más realizan los usuarios, y debido a ésta relación de palabras, Google propone lo que en la foto aparece “Isa Rojas Salafi.”

En realidad, no me gusta hablar de mi persona, pues siento que no es mi papel, y sólo Alá sabe lo que realmente soy, esta nota la escribo por un consejo que me dio alguien muy cercano a mí. Si los Sahabas (compañeros del Profeta) temían de la hipocresía y Abu Bakr, el segundo Califa del Islam, decía el dicho que puse al inicio de la nota, ¿Cómo podría decir cosas buenas de Isa Rojas?!!!!

Lo que yo considere sobre el término “Salafi”, en realidad, no es algo que tuviera que tomarse en cuenta, pues lo que se debe de tomar en cuenta, es lo que dicen los sabios sobre del tema y ya. No lo que diga gente como yo.

Pero me imagino que a muchos hermanos y hermanas esto les hace a veces dar vueltas en la cabeza, como a mí me pasó al inicio de mis estudios en la Universidad la Medina, y cómo eso me pasó a mí; es que les contaré mi experiencia sobre el tema.

Al inicio de mis estudios en la Universidad de Medina yo me decía “Salafi” a cada rato, a todo mundo le preguntaba casi antes de saludarlo, “¿Eres Salafi?” y sí me respondía negativamente, o no sabía que responderme, lo consideraba como alguien que no sabía de la Sunnah o como un desviado. Todavía ni siquiera entraba en la facultad y me la pasaba juzgando a uno y a otro, a Shaij fulano y a Shaij mengano. Entonces gracias a Alá, reflexioné y me pregunté ¿Isa, acaso a esto viniste a Medina, acaso esto te está trayendo beneficios? Y me di cuenta que sólo estaba perdiendo el tiempo.

Esto lo vi con muchos estudiantes, pero también me di cuenta, que conforme los estudiantes iban avanzando más en sus estudios; más discernimiento iban obteniendo respecto a este tema.

Entonces me di cuenta que el concepto de lo que yo consideraba la Salafiah en un principio, era algo erróneo, y empecé a entender que el ser Salafi, no era sólo advertir de la gente, sino algo mucho más complejo y trascendental.

Justamente todo esto comenzó cuando empecé a asistir a las clases del Shaij de Medina, un hombre que siempre permanecerá en mis recuerdos con mucho cariño, y es el Erudito “Abdul Muhsan al Abad” –que Alá lo preserve-. Tuve la fortuna de terminar con él la explicación de “Los 40 hadices” del Imám An-Nawawi y sin duda alguna fue en Medina mi mayor ejemplo para esforzarme.

Durante mi permanencia en Medina, (un poco más de ocho años) tuve la oportunidad de sentarme con Shaijs que dejaron algo en mi corazón, beneficios que a veces regresan a mi cabeza y le doy gracias a Dios por ellos.

Tuve la fortuna de estudiar el Libro de “Los 3 principios” de Abdul Wahab, (Uzhul At-Thalatha) con el Shaij Ibrahim Ruhaili, el “El gran consejo” de Ibn Taimiaah y “Las Ramas de la Fe” de Abdu Rahman As’ S’adi con Shaij Abdu Razak al Badr, La explicación de Shaij Uzaimin de 2 tomos sobre el libro de Aquidah Al Wasitiah de Ibn Taimiah en el Colegio de Idioma, al cursar mi último grado antes de la Facultad con el Shaij Abdulah al Yuhani. Ya en la facultad en la materia del hadiz, tuve la fortuna de estudiar los 6 libros de Sunnah, Al Bujari, Muslim, Tirmidhi, Abu Daud, Ibn Mayah y Nasai, durante dos años y entre mis maestros estuvo Shaij Abdul Muhsan al Abad en Abu Daud.

Ahamdulilah tuve la oportunidad de asistir a conferencias de sabios como el Gran Mufti de Arabia Saudita, “Abdul Aziz Ali Shaij”, quien amablemente recibió a los estudiantes de Medina a través de la WAMY una vez en su oficina –que mashalah tenía un teléfono en una mano y otro en otra para responder fatwas al mismo tiempo!!!- , y otro año nos recibió en su casa. Y en las conferencias que dio en la Universidad.

También tuve la oportunidad de sentarme con Shaij Saleh Ali Shaij, actual Director del Ministerio de Asuntos Religiosos, Shaij Saleh al Fauzan y Abulah Al Man´i , los dos miembros del Consejo de Grandes Ulemas, Shaij Rabee Al Madjali, Abdulah Al Bujari, y Shaij Ubaid Al Yabari, Shaij Muhammad bin Hadi, con el hijo del Shaij Muhammad al Amin As-Shanquiti, Sulayman Ar-Ruhaili, Ahmed Ruhaili, Abdula Zahm, Ali Al Faquihi, Abdulah As-Suhaimi, Abu Bakr Al Yazair, Muhamad Azazi, Abdul Malik Ramadan, y más de 30 Shaijs durante las materias que curse en la Universidad Islámica de Medina, etc…

El haberles conocido fue un honor para mí, y sé que la responsabilidad por haberlo hecho, es aún mayor.

Hay dos Shaijs que también así como Shaij Al Abad, marcaron mi camino en la Universidad de Medina.

Uno de ellos fue el Dr. Saleh As Sindi, quien durante mi tiempo en Medina brindó de su valioso tiempo a enseñar a los estudiantes de habla hispana en su casa, temas de la Aquida (Creencia).

El otro, fue Muhammad Al-Mujtar As-Shanquiti, quien durante mi última estancia daba clases en la Mezquita del Profeta, todos los Jueves desde después del fayr, que era como a las 6 de la mañana, hasta las 10 am. A sus clases iban más de mil estudiantes, quienes salían como el día del Id de la Universidad de Medina hacia la Mezquita del Profeta, y sus clases fueron una gran motivación para muchos de nosotros.

Precisamente por estudiar con este Shaij, empezaron algunos conflictos, y suceden todavía, pues se difunde en la red muchas cosas sobre de él, ya sea a favor, o en su contra, así como con otros.

La gente no necesita de quien los defienda, y mucho menos un sabio, Alá se encargará de relucir la verdad sobre todo, sino es en esta vida, en la otra.

Durante el tiempo que estudie con Shanquiti, conforme escuchaba algo malo de él, preguntaba a quienes lo conocían si era cierto o no, o simplemente investigaba en sus clases sobre algunos temas que le acusaban, de hecho, una vez fui con alguien que lo criticaba, el Shaij Muhammad Bin Hadi Al Madjali, y le pregunte sobre un tema en específico, y al responderme, me aclaró su posición, entonces le dije, " Shaij, le puedo presentar por escrito lo que Shanquiti dice al respecto y se dará cuenta que no es lo que usted dice", y sorprendentemente me respondió “Bueno, eso es lo que mis alumnos dicen de él.” Esa fue su respuesta y juro por Alá que así fue. El tema sobre el que hablábamos era “¿Es permitido dejarle de hablar a un innovador o no?” el Shaij Al-Madjali argumentaba que Shanquiti decía que no es permitido, cuando en sus clases, Shanquiti transmitió que por Consenso de los Sabios es que no hay diferencia de opinión acerca de esto, mostrando que los dos Shaijs tenían la misma opinión respecto al tema. Esto sucedió cuando yo entré a una de sus clases y me citó para hablar del tema y amablemente en su carro charlamos por muy buen rato.

Esto es sólo un ejemplo de como se mal entienden las cosas.

Alhamdulilah, el Shaij Shanquiti, en ese año, fue nombrado como nuevo integrante del Comité Permanente de Grandes Sabios de Arabia Saudita, por orden del Rey en ese tiempo, y es sabido la gran reputación que debe de cumplir quien entra a este Comité, pues no entra cualquiera.

Aparte Shaij Al Abad, difiere con quienes hablan mal de Shanquiti y me aconsejó que me siguiera sentando en las clases de Shanquiti, de hecho en la segunda edición de su libro “Gente de la Sunnah sean respetuosos entre ustedes.” Hace una aclaración respecto a Shanquiti. Y literalmente me dijo “Benefíciate de él.” Y el Mufti de Arabia Saudita, me dijo que nos alejáramos de los dimes y diretes y que nos concentráramos en enseñar las cosas fundamentales de la religión.

Y para acabar el tema de Shanquiti, no digo que no tenga errores, de hecho si escuchara algo malo proveniente de él, no lo seguiría y mi posición sería como la posición frente a otro sabio, no seguirlo en el error. Pues no hay nadie después del Profeta que no se equivoque. Cuando alguien tiene muchos más aciertos que errores, es un sabio, pero cuando tiene más errores que aciertos, es un ignorante.

Después de finalizar mis estudios en Leyes Islámicas, regresé a México alhamdulilah.

En la Ciudad de México, tenemos diferentes Centros Islámicos y explicaré mi posición al respecto de cada uno de ellos.

1.- Centro Educativo de la Comunidad Musulmana.

En este centro rezamos los días Viernes, es donde más gente se congrega para realizar el Yumah, por lo mismo va gente de diversos países, porque no decirlo, de diferentes ideologías, por ejemplo, sunitas, salafis, shiítas (muy pocos), y sufís. Pero el Jutba, que seguidamente me encargo de darlo, tanto los otros hermanos que lo dan junto conmigo, tratamos de hacerlo lo más apegado al Corán, a la Sunnah, y al entendimiento de los Salaf y de los Sabios. De hecho, esto es lo mismo que presencie en la Mezquita de Meca y de Medina, pues aunque en esa mezquita van musulmanes de diferentes ideologías como sunitas, shias y sufís, rezan en conjunto como musulmanes, pues no se les prohíbe la entrada, alhamdulilah nunca escuche algo en contra de la Sunnah. Ni tampoco se les permite dar clase. Y esta es la metodología que se trata de seguir en este centro.

2.- Centro Salafi de México.

A este centro tuve la oportunidad de ir antes de graduarme, en otra ubicación de la que se encuentra ahora, pero debido a diferencias que tuve con el Director, una vez por internet, hace años, al estar chateando junto con él y otros hermanos, se me dijo que no podría ir a dar clase ahí, y por eso no voy. Pero realmente, no se me viene a la mente, alguna diferencia ideológica importante que tenga en diferencia con ellos y de hecho últimamente les hice un llamado a la reconciliación.

3.- Centro Al Hikmah.

Fundado por la familia Rojas, entre ellos, mi mamá, mi hermano Hamza y su servidor, aquí tenemos clases, eventos y actividades, depende de cada ocasión en el año, como los ayunos de Ramadán, Ashura, bodas, visitas de Shaijs a pláticas, clases de árabe y de vez en cuando se le da hospedaje a hermanos de fuera, que están de paso por la Ciudad. También sede de Musulmanas Latinas A.C. Uno de los motivos por los cuáles no rezamos el Yumah aquí, es para que no se crea que quiero dividir a la comunidad, esa es la principal razón.

Siguiendo con la explicación de ¿Qué es lo que sigo?

Respondo, estoy a favor de seguir los principios fundamentales de seguir la metodología de los Salaf, le pido a Alá que me haga ser realmente un seguidor de nuestros antepasados piadosos, que en árabe se resume a la palabra salafi, es decir, le pido a Alá que me haga un buen salafi. Es difícil, ya que para mí lo que más importa, son las acciones, no lo que me considere, por eso no acostumbro a decirme así, como que siento que no soy merecedor de llamarme de esta manera. Hablo de mi persona, no de los demás. Pero si alguien me preguntara ¿Eres Salafi? Le contestaría: “Sí, inshalah.” Así como sería la misma respuesta a sí me preguntarán si soy Sunni o creyente. Inshalah, porque espero que así sea.

Si ven que no advierto a cada rato sobre alguien, no es porque considere que esté eso mal hecho, sino porque trato más de fijarme en mis errores, que en estar pasando el tiempo en ver los de los demás.

Y les recomiendo a todos los hermanos y hermanas, que si escuchan o leen algo sobre un acontecimiento, ya sea una advertencia o murmuración, asegúrense de constatarlo y recuerden que antes de juzgar a alguien, deben escuchar ambas partes. Pues puede alguien llegar a ti diciendo que le lastimaron un ojo, cuando al otro le lastimaron dos.

A todos los hermanos y hermanas les reclamaré un derecho que tengo sobre ustedes, y no sólo yo, sino todos los musulmanes, y es que sí ven o escuchan algo acerca de mí u otra persona que contradiga el Corán, la Sunnah, o algún comportamiento de los Salaf, me aconsejen en privado y de la mejor manera, pues nuestro deber de musulmanes es ayudarnos en la piedad.

Y Alá sabe más.

Le pido a Alá –Majestuoso y Poderoso- que nos guíe hacia el camino correcto, que no desvíe nuestros corazones después de habernos guiado y que nos enseñe la verdad como verdad, que distingamos lo que sea falso, como falso y que la paz y la misericordia de Alá sean con Su Profeta Muhammed, familia y compañeros hasta el Día Final.

Assalam alaikum wa rahmaulahi wa barakatu

Su hermano

Isa Rojas